Una ciudad de china bajo una rigurosa supervisión

Una ciudad de china bajo una rigurosa supervisión El desfile, el primero en seis años, también demostró la habilidad del Partido Comunista para controlar Pekín. Las calles de la capital fueron patrulladas por miles de soldados y policías, y se bloquearon con vallas. Se prohibió el uso de drones y se pusieron controles de seguridad parecidos a los que hay en un aeropuerto en varios lugares de la ciudad. De acuerdo con los observadores, la magnitud de la movilización se debió al miedo a que se produjeran protestas en un contexto de descontento social entre los jóvenes chinos. Las autoridades todavía están afectadas por el recuerdo de la pancarta que se desplegó en 2022 en un puente de la capital y que criticaba a Xi. La fuerza militar expuesta Algunos de los sistemas armamentistas más sofisticados de China, como misiles de corto y medio alcance, drones de combate furtivos y sistemas para lanzar múltiples cohetes, fueron exhibidos en el desfile. Además, se detectaron vehículos hipersónicos: el misil de crucero antibuque YJ-21 y el JL-3, que es disparado desde submarinos.