La detención de cientos de surcoreanos en una fábrica de automóviles de Hyundai en Estados Unidos provoca la ira del Gobierno de Seúl.

La detención de cientos de surcoreanos en una fábrica de automóviles de Hyundai en Estados Unidos provoca la ira del Gobierno de Seúl. La mayor parte de los 475 arrestados en la planta son ciudadanos surcoreanos, nación cuyo gobierno manifestó inquietud y tristeza por la operación e instó a las autoridades estadounidenses a honrar los derechos de sus ciudadanos. La planta, que tiene una extensión de más de 12.000 metros cuadrados y fue levantada para la fabricación de autos eléctricos por el productor surcoreano, estuvo en funcionamiento durante un año. La BBC fue informada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que los agentes realizaron una orden de registro debido a supuestas prácticas ilegales relacionadas con la labor y a otros delitos federales graves.