La cautivadora historia del ajo (y cuáles son sus cualidades como medicina)

El ajo ha sido valorado durante miles de años, no solo debido a su inconfundible y fuerte sabor, sino también gracias a sus propiedades medicinales. El ajo, famoso por sus propiedades antivirales y antimicrobianas, ha sido un producto indispensable en las cocinas y en la medicina tradicional durante mucho tiempo. El ajo es originario de Asia Central, y fue gracias a las comunidades migrantes que se difundió por Europa y Estados Unidos.La interpretación cultural y espiritual del ajo se extiende a lo largo de milenios. Los griegos de la antigüedad solían dejar ajos en las intersecciones de caminos para honrar a Hécate, la diosa de los hechizos y guardiana de las viviendas. Ajo fue hallado en la sepultura del célebre faraón Tutankamón, en Egipto, pues se pensaba que lo resguardaría en el más allá. Existen leyendas en el folclore de China y Filipinas que cuentan cómo la gente utilizaba ajo para espantar a los vampiros. Las potentes propiedades antivirales, antimicóticas y antimicrobianas del ajo fueron corroboradas por una investigación de 2014 llevada a cabo en la Universidad de Sídney, Australia. El ajo tiene concentraciones elevadas de azufre, fósforo, potasio y cinc, y niveles intermedios de manganeso, hierro y magnesio. "Es como un vegetal milagroso", sostiene Bahee Van de Bor, dietista pediátrica y portavoz de la Asociación Dietética Británica. "Posee unos compuestos encantadores con azufre que se llaman alicinas. Es abundante en fibras prebióticas, que son muy beneficiosas para los intestinos, por lo tanto es excelente para la salud de nuestro aparato digestivo. "Además, tiene propiedades antimicrobianas", añade, explicando que la fibra del ajo contribuye a alimentar las bacterias digestivas y puede ser útil para combatir la hinchazón y el estreñimiento.

11/15/20251 min leer

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